jueves 28 de marzo de 2024
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SALUD

Coronavirus. Menos contacto y cambios de rutina: los desafíos de la pandemia para los niños con Condición del Espectro Autista

La condición de espectro autista (CEA) es un cuadro de origen neurobiológico y quienes lo poseen, se caracterizan por tener ciertas dificultades persistentes en la comunicación social y en la interacción social en diversos contextos. 

En este sentido, luego del dificultoso año que atravesamos como sociedad y en el marco del Día Mundial de Concientización sobre el Autismo, ¿Cómo los impacta el distanciamiento y la falta de contacto por la pandemia? 

Los especialistas aseguran que para aquellos que presentan condición del espectro autista, este contexto de virtualidad se les presenta en una primera instancia como un entorno más sencillo. Esto se debe principalmente a que no tienen que salir de sus casas, ni  enfrentarse con situaciones desafiantes al conectarse con otros. Sin embargo, desde una mirada terapéutica, la Dra. Andrea Abadi, directora del Departamento Infanto Juvenil de Cites INECO, asegura que esto puede ser  un retroceso, ya que “en realidad es dejarlos en un espacio de mucha tranquilidad, un espacio sin desafíos, un espacio sumamente cómodo para ellos porque no tienen que enfrentarse con el reto de comprender las intenciones del otro, de entender las cuestiones que están implícitas en una vinculación, de manejarse en una calle ruidosa o en un lugar con sonidos olores o cantidad de gente”. 

Si bien la tecnología no deja de ser un lugar donde se posibilita la conexión, la interacción con el otro suele ser superficial. Esta limitación para interactuar lleva a que quienes conviven con esta condición, se desentrenenen cuando ese es uno de los principales objetivos de los tratamientos que brindan los profesionales de la salud mental. Sumado a la conectividad, los cambios de modalidad frente a esta flexibilización a la que se encuentran expuestos -de ir unos días sí y otros no a la escuela- trae severas dificultades a muchos de ellos, ya que las rutinas no están pautadas y son cambiantes. Estas situaciones que normalmente son molestas para todos, afectan aún más a quienes tienen condición de espectro autista por sus características de inflexibilidad, rigidez, baja capacidad de responder a cuestiones inesperadas y de adaptarse a escenarios nuevos.

En la misma línea, la Dra. Abadi cuenta desde su experiencia, que durante el periodo de la escuela y aislamiento, los profesionales se vieron obligados a desarrollar nuevas estrategias, que llegaron para quedarse. “Poder trabajar con estos niños en general fue un gran desafío para todos los que trabajamos con trastornos o condición del espectro autista y de alguna manera nos hemos centrado en buscar a los padres como coterapeutas, que fueron quienes ampliaron nuestras estrategias en lo cotidiano. Algo inesperado porque muchas veces uno intenta incluir a la familia y, por cuestiones de tiempo, esto se hacía difícil. Hoy hemos tenido a los papás dispuestos a lograr que un chico esté sentado frente al zoom para poder reproducir alguna estrategia que le mandábamos por mail y para poder darle vida a esta sugerencia que les hacíamos” enfatizó la Dra. Abadi. 

Entonces, si el apoyo familiar resulta imprescindible para los niños y niñas con autismo en contextos normales de rutina, durante la pandemia y el distanciamiento social, se volvieron primordiales. Por lo tanto, es importante que en las familias donde hay un integrante con CEA, exista una mirada puesta en todas las personas que acompañan diariamente esta realidad de igual forma. En el mismo sentido, programas integrales e interdisciplinarios como FADI, crean grupos de trabajo centrados en el acompañamiento de los familiares; con programas de intervención que han sido probados con eficacia para contener a aquellos que contienen.

El apoyo en red, buscando y encontrando nuevos focos de interés para estos niños durante el aislamiento o distanciamiento social, y así generar algún tipo de relacionamiento que permita que desarrollen habilidades sociales más rudimentarias, será el camino más favorecedor para seguir entrenando el contacto con otros de forma directa. Con un nuevo período de aislamiento social amenazando nuestra cotidianeidad, estos espacios serán la clave para continuar un abordaje beneficioso en los niños y niñas con CEA.  

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