El cáncer es la segunda causa de muerte de los países desarrollados y su incidencia aumenta con la edad, siendo la dieta y el estilo de vida otros posibles causantes.
Con motivo de la conmemoración del día Mundial contra el Cáncer que se celebra cada 4 de febrero, y en pos de concientizar a la población, conversamos con la Licenciada Maia Glejzer, docente de la Licenciatura en Nutrición de la Universidad ISALUD, quien enumeró una serie de consejos para mejorar nuestra dieta y hábitos diarios.
“Algunos estudios epidemiológicos demostraron una relación muy fuerte entre algunos tipos de cáncer y determinados estilos de vida, dentro de los cuales se encuentra el tabaquismo, la exposición a contaminantes ambientes y también el consumo de cierto tipo de alimentos. Es sabido que no existen aquellos que curen estas patologías pero sí existen nutrientes que pueden llegar a ser protectores frente al cáncer, explicó. “Un estudio que se realizó en el 2018 y analizó el consumo de ultraprocesados y su relación con el cáncer demostró que un aumento del 10% en las proporciones de estos dentro de la dieta se asoció con un aumento del 12% en el riesgo del cáncer general y 11% en el riesgo de cáncer de mama (aquellos ricos en grasas, salsas, alimentos ultraprocesados, bebidas azucaradas fueron algunos de los asociados)”, sostuvo.
Alimentos que si
“Con respecto a los alimentos que pueden ayudar a prevenir la aparición de cáncer, es importante que la dieta diaria incluya vegetales, cereales integrales y legumbres. Asimismo, los cítricos, coles como el brócoli, coliflor, y también el tomate, ajo y la cebolla aumentan la cantidad de colores y anitoxidantes que forman parte de nuestra dieta. No hay que dejar de mencionar el papel fundamental que cumple la fibra, la cual aumenta la absorción en nuestro intestino y disminuye el tiempo de contacto de los cancerígenos que pueden tener algunos alimentos en nuestra pared intestinal”; “Evitar la deficiencia de micronutrientes, prestando atención fundamentalmente al aporte de antioxidantes como la vitamina C y E, betacarotenos y selenio, así como el aporte de folato y zinc”, destacó.
Alimentos que no
Si bien no hay que demonizar ningún alimentos, la profesional resaltó que reducir el aporte de azucares libres incluidos en golosinas, productos de panadería y ultraprocesados, resulta fundamental ya que su aporte no debe superar el 10%. Por su parte, la ingesta de grasas debe limitarse a no más del 30% de la energía que consumimos, siempre con predominio de grasas saludables. Además, el consumo de sal no debe superar los 5 gramos por día y la frecuencia de consumo de carnes rojas no debe superar 2 a 3 comidas por semana, prefiriendo su reemplazo por carnes blancas”, destacó
Por otra parte, recordó la importancia del consumo de alimentos perecederos en el día o su almacenamiento refrigerados o congelados, como así también evitar consumir productos vencidos o en mal estado. “Los métodos de cocción a temperaturas muy altas también deben evitarse para prevenir la pérdida de nutrientes en frutas y verduras, prefiriendo aquellos realizados al vapor o hervidos antes que fritos o asados”, agregó.
Para finalizar, la docente explicó: “El papel patogénico de la dieta es importante por ejemplo en los tumores gastrointestinales, mama, próstata y endometrio, pero es muy difícil saber cuál es la atribución de la dieta. Asimismo, el riesgo de contraer la enfermedad suele ser menor en poblaciones con alto consumo de frutas y verduras, pero las causas del cáncer suelen ser muy complejas y desconocidas, con lo cual resulta muy difícil apreciar la importancia de los distintos componentes de la dieta sin considerar otros factores de riesgo que pueden contribuir con esta”, culminó.