jueves 25 de abril de 2024
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SALUD

Pensar el futuro desde lo vincular

En general los psicólogos utilizamos la palabra incertidumbre en esta época porque certezas no tenemos acerca de cómo va a ser el futuro. 

Lo que sí sabemos es que no siempre es como esperamos, va cambiando y nuestras expectativas y sensaciones también. El afecto con el que pensamos el futuro también varía e incide en nuestras expectativas porque si estamos tristes vemos un futuro triste. Si uno piensa en el trabajo psíquico de proyectarse en el futuro es un trabajo que uno hace donde construye imágenes de él, diferencia posibles de imposibles y trata de encontrarle la vuelta, ahí es donde surge una pregunta sobre en qué medida depende de nosotros y en qué punto no, ya que si sabemos qué está a nuestro alcance y qué no, hacemos el trabajo de fantasear ese futuro y modelarlo. Lo cierto es que algo va a cambiar y seguramente no vayamos a recuperar al 100% las cosas como eran antes, por eso podemos pensar muchas cosas del futuro de una manera vincular, pensando con otros y no quedándonos en nuestra visión sino en una mirada vincular.

Pareciera haber 2 futuros distintos en relación a si hay vacuna o no hay vacuna: aséptico, higiénico, con restricciones de contacto mientras no esté la vacuna, afectando esto los vínculos, porque descubrimos cosas sobre cómo nos relacionamos con los demás, descubrimos nuestra soledad habitada por otros y en vínculo y solitaria en aislamiento total. Ahí cada uno, con mayor o menor eficacia, logró seguir entramado a nivel laboral y afectivo. Por otro lado, parece haber otro futuro con la vacuna donde aparecería esa fantasía de que todo vuelva a ser como era antes y aprenderíamos muchas cosas haciendo un mundo mejor luego de la experiencia vivida. En ese sentido, estos dos futuros y los problemas que conllevan, se articulan en una sola pregunta: ¿Vamos a aprender algo, a modificar algo, a lograr algún cambio positivo para nosotros y nuestra manera de relacionarnos?. 

Independientemente de la forma que tomen las cosas de acá en adelante, de lo que sí estoy seguro es que no es lo mismo si estos desafíos los pensamos como individuos o en vínculo con otros. Hay un futuro posible donde el otro se nos presenta como amenazante, portador de un riesgo. La Pandemia vino a exacerbarlo, es una sensación que viene ocurriendo desde antes pero ahora vemos si eso es responsabilidad individual o colectivo, social. Donde cada uno tiene que encontrar su lugar en el mundo laboral y en la distribución de recursos por su cuenta y donde es válido apostar a cuidar al otro y que el otro nos cuide, generando acuerdos, buscando lugares comunes desde la diferencia para poder construir.  

Está muy a la mano la pregunta sobre el futuro, pero cambia mucho si en lo que estamos construyendo está el otro ahí o no, psíquicamente siempre hay más potencia transformadora cuando uno está entramado con otros.

Lic. Adrián Gaspari (Coordinador de la Licenciatura en Psicología de la Universidad ISALUD)

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