El Taller Ecologista de Rosario reclamó la intervención “urgente” del Estado santafesino en las abandonadas instalaciones de la Petroquímica Capitán Bermúdez, propiedad del empresario Sergio Taselli.
Una ONG ambientalista reclamó hoy la intervención “urgente” del Estado santafesino en las abandonadas instalaciones de una petroquímica que dejó de funcionar hace tres años y no posee mantenimiento, por lo que constituye -denuncia- “una bomba de tiempo para la población”.
Se trata de la Petroquímica Capitán Bermúdez, cuya planta está radicada en esa localidad situada a 25 kilómetros de Rosario, propiedad del empresario Sergio Taselli y sin actividad desde 2013.
Mientras funcionaba, la fábrica producía cloro elemental e hipoclorito de sodio.
El Taller Ecologista de Rosario advirtió que la presencia de químicos en tanques y tubos de la planta abandonada “es una bomba de tiempo” y “está en riesgo la salud de la población”, por lo que señaló que “el Estado debe actuar de manera urgente”.
“Una nube de gas cloro avanzando sobre barrios, fábricas, escuelas podría generar un desastre ambiental y de muerte, por eso decimos que esto es una bomba de tiempo y el Estado debe tomarlo de manera urgente”, sostuvo Cecilia Bianco, coordinadora del área Tóxicos de Taller Ecologista.
La especialista recordó que “un hecho similar ocurrió en Bahía Blanca, pero el viento hacia el mar evitó el desastre sobre la comunidad”.
Según Bianco, “los escapes registrados están dando cuenta de que el cloro, alojado en cualquiera de los lugares descriptos, se está liberando”.
Si bien el Taller Ecologista pidió informes al área Ambiental de Santa Fe desde abril de 2015, la noche del 6 de noviembre último trabajadores de Celulosa Argentina debieron ser evacuados de su lugar de trabajo porque tenían dificultades para respirar.
“El aire se había tornado ácido, les ardían los ojos, la garganta. Los sensores exteriores que dicha empresa tiene para medir la concentración de cloro en el aire, confirmaron su presencia por encima de 2,5 partes por millón (ppm)”, informó la ONG a través de un comunicado.
Y precisó que “el límite de exposición profesional es de 0,1 ppm”, por lo que “todo apunta a que la fuente de esa emisión estaba en la empresa lindera Petroquímica Bermúdez SA”.
De acuerdo a la ONG rosarina, una vez que Taselli decidió cerrar la empresa “el deterioro de la planta ha aumentado significativamente, más allá de las naves con vidrios rotos, cañerías corroídas, paredes descascaradas, el riesgo deviene de los químicos que habría en los tanques, tubos y cañerías”.
Por esa razón, Taller Ecologista presentó tres pedidos de informes a la Secretaría de Medio Ambiente de Santa Fe, pero ninguno fue respondido.
“Nos preocupa la desidia, la falta de responsabilidad estatal para efectuar los controles”, señaló la ONG a través de un comunicado. En esa línea, detalló que en la planta “hay tubos y tanques que están cargados. Sin certezas de su contenido, algunos tienen etiquetas que dicen cloro o la numeración que identifica al mismo. Otras dicen benceno. También hay amianto, almacenado en deplorables condiciones”.
“La población no sabe al riesgo al que está expuesta -sigue la ONG-, y no se conocen programas de evacuación ante hechos como estos”.
Por Telam
